Panamá Mio

Hace año y medio, mientras hacia unos tamales, conversaba con mi esposo acerca de las cosas que me gustan de Panamá ; de esa conversación salió la idea de este blog.

Immediatamente mi esposo me ayudó a buscar un nombre para el dominio. Los nombres que se me ocurrían ya estaban tomados, así que le puse simplemente Panama Mio.

A pesar de contar con el dominio, me tomó unos seis meses el realmente comenzar a escribir. En gran medida creo que por timidez, temor a mis capacidades de poder expresar mis ideas y algo de temor al hecho de expresar mis ideas.

El acto de escribir siempre me ha parecido una forma de abrir mi corazón y mi mente y dejar que los demás miren lo que yo veo. Y mirar lo que yo veo, tambien implica que vean cómo yo lo veo, pues no todos miramos las cosas de las misma forma. En alguna forma no me sentía preparada para eso, a pesar de que esta lejanía de Panamá ya me estaba exigiendo el hacer algo que me ayudara a sentirme cerca.

Cuando deje Panamá, no salí con la idea de no regresar. Antes de venir a vivir a los Estados Unidos y ahora al estar aquí, he conversado con panameños que han estado viviendo en el extranjero y que me confiesan que ya están acostumbrados a la vida que tienen en el exterior y que no creen que puedan regresar a vivir a Panamá. Dentro de mi corazón yo siempre he deseado que ese sentimiento nunca me llegue, me resisto a pensarlo.

Entiendo completamente ese sentimiento de los que hacen una vida en otro país y más aún si es un país más desarrollado que el nuestro en lo económico, lo cultural y lo tecnológico. Es realmente duro regresar a Panamá cuando uno se acostumbra a todo esto, pues hay muchas cosas que son diferentes.

Yo siento que me he acostumbrado a muchas cosas de mi vida aquí en Estados Unidos y se me ha hecho fácil adaptarme a los cambios y la vida aquí. Desde que me mude, he visitado Panamá dos veces y ya comienzo a percibir eso que mis amigos y conocidos sienten, esa diferencia.

Pero han sido esas diferencias las que todavía me atan a Panamá. Cada vez que visito mi país tengo ese sentimiento de que ese es el lugar al que yo pertenezco y donde quiero contribuir más. No importa cuán avanzada sea la vida en muchos sentidos aquí en los Estados Unidos, Panamá es la tierra donde nací y donde me convertí en la persona que soy.

Y honestamente, no tengo quejas del país anfitrión (como le llama un primo mío); es un lugar con muchas cosas positivas, aquí tambien he crecido y he aprendido mucho, pero no hay nada como estar en tu propia casa y Panamá lo es para mí todavía.

Mucho se aprende cuando se está afuera y muchas cosas se aprecian de una manera diferente, yo deseo que todo ese crecimiento se convierta en la motivación para ser una mejor ciudadana ya sea dentro o fuera de Panamá.

Y como dice Ricardo Miró en la última estrofa del poema Patria:

“Oh Patria tan pequeña que cabes toda entera

debajo de la sombra de nuestro Pabellón

quizás fuiste tan chica para que yo pudiera,

llevarte pordoquiera dentro del corazón!”