Crecer en La Concepción

Al menos una vez por semana le doy una llamada a mi mamá.  Es una necesidad el hacerlo; por un lado mantengo esa conección con mis padres y por el otro, me pongo al día en los acontecimientos familiares.

Mi tema favorito de conversación son mis sobrinos y el escuchar sus historias, me hace recordar mi propia niñez en *La Concepción.  Por ejemplo, una de mis sobrinas ganó un reinado hace poco en la escuela, otra participó en algo así como un desfile de modas en la escuela y la otra, de tan sólo cinco años, se sube hasta lo alto de un árbol de mango.

Bueno, yo nunca fuí reina, ni modele, pero si me llegue a subir a los árboles.  La diferencia con lo del árbol es que yo nunca me atreví a llegar hasta lo más alto; cosa que mi sobrina aparentemente si hace y que ha provocado una serie de nuevas reglas en la casa para impedir que se este trepando.

Todas estas cosas son parte de la niñez en un pueblo como Concepción, donde honradamente no hay mucho que hacer, más allá que el aprovechar las bondades de la naturaleza y disfrutar las amistades y la familia.  Pero debo confesar que esas tres cosas pueden llegar a llenar tanto en la vida de uno y a proveer mucha felicidad.

No puedo evitar sentir alegría cuando recuerdo mis años de infancia en la Escuela Justo Abel Castillo.  Ahora que soy adulto valoro muchas cosas a las que quizás no les dí tanta importancia en el pasado.  Por ejemplo, el aprender a leer y a escribir.  Esto último se lo debo a mi maestra de primero hasta tercer grado, la maestra Josefina Domingo.

Es mucho lo que le debo a esta maestra.  Con ella aprendí no sólo a leer y escribir, pero tambien las bases en las matemáticas y mis primeros conocimientos de Historia.  Realmente fuí muy afortunada, siempre tuve maestras bien dedicadas y de las que aprendí muchas cosas positivas:  Rosa Saval (cuarto grado), la maestra de Estrada (quinto grado) y Georgina de Monteza (sexto grado).

Que tiempos aquellos en los que no habían mayores preocupaciones que el hacer las tareas o sobrevivir el período de vacunas.  En primer grado trate de escaparme de una jornada de vacunación ignorando las órdenes de llevar la tarjeta de vacunas y actuando como si yo no fuera parte del proceso.  No valió, igual me vacunaron!

En este comentario incluyo algunas fotos de la escuela Justo Abel Castillo, donde se educaron mis padres, mis hermanos y yo y donde hoy se educan mis sobrinas. Tanta gente de nuestro pueblo ha estudiado en esas aulas.  Algunos todavía viven en Concepción y otros han hecho su vida en latitudes lejanas.

Tambien incluyo una foto del parque, un par de fotos del ferrocarril que ya no se usa y un par de gallinas, para no perder la perspectiva de que este es un pueblo donde la gente todavía cría gallinas en los patios de ciertas casas, alguna gente todavía usa caballos para moverse a veces por el pueblo y bueno, no se si todavia se usan las carretas, pero hasta hace cinco o siete años todavía se hacia.

 

 

 

 

En cuanto al Ferrocarril sólo quiero agregar que esto solía ser toda una aventura.  Yo tuve la suerte de poder viajar en el tren dos veces en mi vida, antes de que totalmente cancelaran este servicio.   Viaje desde Concepción hasta Puerto Armuelles...toda una experiencia! 

El tren cruzaba las fincas bananeras, pueblos y puentes donde daba la impresión que estuvieramos flotando sobre el río.  El punto de llegada era Puerto Armuelles y luego regresabamos.  Mi mamá tiene muchas historias de sus viajes en el tren, en aquellos días donde era la forma de moverse.

Lástima que no funcione más, lástima que no se haya impulsado su potencial turístico y su valor histórico. 

Para terminar quiero mencionar que a pesar de que me considero más una persona de ciudad y de que vivo un poco lejos de este pequeño pueblo, yo siempre voy a considerar Concepción mi hogar.

 

 

 

 

*La Concepción es el nombre real de nuestro pueblo, pero la mayor parte de la gente le quita el artículo y todos decimos "Concepción".

 


Comments

La verdad me encanta leer tus articulos. Me alegra mucho saber que estuvistes de visita por Carolina del Norte, mi nueva casa desde ya hace nueve anos. Yo naci en Chiriqui, y realize mi vida universitaria en al capital. Tambien me encanta escribir.
Saludos,
Juan

Juan muchas gracias por visitar mi blog y aprecio mucho tu comentario. Que coincidencia chiricano tambien. Me encanto Carolina del Norte y quiero regresar y visitar un poquito más. Saludos y hasta pronto!!

Hi Cloti:

Me has hecho recordar una vivencia, en Boquete, cuando yo estaba en Primer Grado. Se acostumbraba cantar el Himno Nacional y saludar la Bandera todos los lunes antes de iniciar labores y todos los viernes antes de retirarnos. Mi escuela, Josefa Montero de Vásquez (dulce maestra de IV grado) celebraba dicha ceremonia frente a la escalera frontal. Cuando sonaba el timbre (o campana...) cada maestro salía con sus alumnos en fila y silencio absoluto hasta llegar al susodicho lugar donde nos colocábamos en fila, frente a la maestra, autoridades y demás estudiantes.

Aquella tarde, mi maestra Ildaura Broce observó que algunos compañeros venían conversando. Así que nos dijo: "Cuando termine el acto, vuelvan todos al salón porque tendrán un castigo".
Sentí un frío terrible al escuhar esa palabra y una compañera me dijo: "Olvídate, nos escapamos!". Terminó la ceremonia y cuando la Directora ordenó : "Rompan filas!" yo no miré a nadie, salí corriendo para mi casa que quedaba a un par de cuadras. Llevaba mi paraguas, mi capote, una bolsa de cuero. La brisa boqueteña se sumó a la escena, de modo que levantó el capote, se me abrió el paraguas, las piedras saltaron unas contra otras cuando las pisaba, y para colmo, los perros del vecindario comenzaron a ladrar y perseguirme... hasta que llegué a mi casa. Trataba de poner cara de santita, pero mi mamá, me miró a los ojos y dijo:

- Hilda, qué te pasa?

Ni bien contesté cuando llegó mi amiga ( la que no se atrevió a escapar).

- Doña Lilia, dice la maestra Ildaura que vaya allá con Hilda.

Nos fuimos para la escuela. Mi mamá y la maestra se pusieron a conversar, y que me perdone Dios porque ya ambas murieron. Pero todavía me alegro porque, mientras conversaban se escaparon del salón, uno a uno, todos mis compañeros.

Con cariño,

Hilda

Hola Hilda, me haz sacado una sonrisa con tu historia. Gracias por compartirla!
Lo que me gusta de compartir estas historias es que son comunes a la mayoría de nosotros y nos traen tantos recuerdos de esos años de infancia.
Esas pequeñas aventuras en la escuela primaria, que recuerdos.
Y estas en Boquete ahora mismo? Ayer leí que tal vez seguirá lloviendo por otras 24 o 48 horas. Espero que al menos no sea tan fuerte.
Hasta pronto y saludos!! Cloti

Hola Cloti:

Aquí en David tenemos un día parcialmente nublado pero ya hay un poco de sol. Si revisas www.boqueteweather.com, encontrarás muchas fotos de las inundaciones. No dejes de ver allí mismo las fotos de Bambito y Cerro Punta tomadas por Alexander H. Hay muchas preciosas, aun en medio del desastre: piedras volcánicas azules, que contrastan con los tonos de verde de la naturaleza y el blanco chocolatoso de las aguas... Confío en el espìritu de lucha de nuestra gente y en la evidente solidaridad de todos.

Saludos,

Hilda

Gracias por la información Hilda. Voy a revisar las fotos. Hasta luego! Cloti

Yo tuve la oportunidad de visitar ese lindo pueblo de Concepcion en 1972 estuve 2 meses. Y es por ello que queria ver si por su intermedio, podria localizar a la familia donde me quede. El apellido de la familia era Rodriguez Bonsi, el Sr. era Doctor la mama, brazilera, tenian una hija Tita y un hijo. El otro hijo fallecio en 1970 en un accidente por Chiriqui, Luis Eduardo Rodriguez Bonsi, el cual fue compañero de Colegio en el Peru. Le agradesco cualquier informacion al respecto.
Miguel

Hola Miguel, gracias por pasar por aquí. En este momento no recuerdo conocer a esa familia, pero Concepción es tan pequeño que tal vez alguien que lea este blog le pueda ayudar a localizarlos. Ojalá que por este medio los pueda encontrar. Pasese a menudo por aquí, en caso alguien tenga alguna noticia. Los mejores deseos y hasta pronto!

Hola Miguel . Por primera vez veo que alguien pregunta por mí familia.quizás cuándo estuviste en mi casa yo tenía 5 años. Los viejos murieron ya hace muchos años ,la casa se vendió y casi no queda nadie en el pueblo. Algún día me gustaría saber más de tu visita. MR