Alanje - Chiriquí

La fundación del distrito de Santiago de Alanje se atribuye a Pedro Montilla y Añasco en 1591.  Este distrito cuenta con nueve corregimientos y una población estimada de 17,170 habitantes (estimada a Julio de 2009.(*)

El año pasado visite una vez más el poblado de Alanje.  Creo que he estado en el área unas cinco veces, pero sólo tengo memorias claras de dos visitas.  

Quizás recuerdo más las dos últimas porque en ambas ocasiones he ido con el interes de conocer más y entender las tradiciones y costumbres de nuestro pueblo.

Alanje es un sitio muy popular en Semana Santa, sobre todo para los chiricanos que peregrinan desde diferentes lugares hasta la iglesia de esta comunidad.  En mi infancia recuerdo las conversaciones que escuchaba en el salón de belleza de mi mamá; la mayoría de las personas contaban que iban a caminar a Alanje para "pagar una manda" y otras iban en ofrenda por la salud de un familiar.

Al principio yo no entendía bien y no sabía lo que era una "manda".  No recuerdo quien me explicó, pero esta es una forma de agradecer por un favor recibido.  Algunas personas le atribuyen al Cristo de Alanje la mejoría en la salud de un familiar.  Otras personas ofrecen esta peregrinación con la fe de ayudar a un ser querido o de resolver alguna situación difícil.

La gente comienza a caminar el Jueves Santo desde diferentes poblados en el área.  Por ejemplo, si uno va manejando en la tarde hacia David, se va a encontrar con personas caminando por el hombro de la carretera interamericana.

Con los años he aprendido que mucha gente camina con fe y la convicción de que esta es una forma de ofrenda que ayuda en la relación con Dios o ser superior; otros porque tienen la fe de que este acto les puede ayudar en una situación difícil y dolorosa o para agradecer por un milagro y otros realmente lo hacen como deporte o simplemente tradición, sin un propósito profundo.  Algunas personas caminan solas, meditando durante todo el recorrido y otros van en grupos. 

Al final, todos, sea cual sea la motivación, nos encontramos caminando hacia el mismo lugar: Alanje.  

Yo camine una vez hace varios años con unos amigos.    Cada uno tenía sus propias razones reservadas, pero salimos juntos como a las nueve de la noche, cuando ya todos los que habían dicho que iban, llegaron.

Caminamos desde Concepción hasta Alanje y la verdad que no fue difícil.  Nos topamos con muchas personas en el camino y cuando llegamos a Alanje, aquello era como una feria.  Había mucha gente, carros y vendedores de comida y refrescos.  La mayor parte de las personas caminaban hacia la iglesia, en la que había una multitud y velas encendidas.

No recuerdo haber visto al Cristo de Alanje aquel día.  Despues de entrar a la iglesia, descansamos un rato y entonces tomamos un bus de vuelta a Concepción.

Mi otra visita a Alanje fue el año pasado y esta relamente la disfrute más.  Fue en Febrero y era una tarde cálida y llena de sol.  Había gente en el parque, niños jugando afuera de la iglesia, pero adentro de ella había sólo silencio y ese olor característicos de las iglesias viejas (madera, humedad, cera y humo).

Adentro había una señora encendiendo velas y haciendo pequeñas oraciones.  Ella caminó hasta el Cristo de Alanje y tambien prendió una vela e hizo una pequeña oración.  Yo me le acerque y entable un poquito de conversación.

Yo tenía mucha curiosidad por una vitrina colocada en una pared, asegurada con llave y que adentro tenía trenzas con cabello de verdad y tambien dijes de plata con formas de diferentes partes del cuerpo (brazos, manos, etc.).  Ella nos explicó que todas aquellas eran ofrendas traídas al Cristo de Alanje.

Dependiendo de la parte del cuerpo que aflije al ser querido, la gente trae estos pequeños dijes como ofrenda.  Los cabellos eran por lo mismo.  Ella, por ejemplo, había traído trenzas del cabello de su hijo, despues de que este había sanado de una enfermedad.

Afuera corría una brisa veraniega, el sol brillaba y la gente conversaba en el parque y las esquinas.  Alanje es un pequeño pueblo, pintorezco y que una vez al año recibe visitantes de todas partes, atraídos por la fe o la curiosidad.

Pero esta comunidad no es sólo una iglesia y su popularidad en Semana Santa; muy cerca hay playas y ríos, importantes actividades agrícolas, como la producción de caña y he escuchado de que hay un lugar donde se puede parar y ver como preparan el dulce de rapadura de forma artesanal.

En lo personal, pienso que una visita Alanaje es importante;  no necesariamente en Semana Santa, pero en cualquier epoca del año.  Si se pone atención a los detalles, es un pequeño viaje en la cultura chiricana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(*) De acuerdo con información que encontre en el "Calendario Geo-Histórico de Chiriquí", compilado por la Fundación Culturama con la colaboración de la escritoria Milagros Sánchez Pinzón y publicado el año pasado.

 


Comments

Buen Artículo.  Creo que falta más sobre el realce de la cultura Chiricana, que difiere inmensamente de la de Azuero, y sus razones han de exisitir.  Es ahí donde los historiadores deben realizar investigaciones.

Alrededor de la cultura religosa, en Alanje surgen una serie de tradiciones: las comidas, los panecitos, las conservas, que según personas mayores se hacían básicamente para no tener que concinar en semana santa, por respeto.  También recuerdo las historias de los salados ubicados también en la costa de Alanje a donde migraban las personas de Alanje e incluso de David (San Carlitos) en la temporada de verano a fabricar (sacar) sal para tener durante todo el año. Adicionalmente están los cantos religiosos y los rezos mortuorios, así como los cuentos populares, es parte de la tradición que se está perdiendo y nadie documenta...  La historia del occidente de Chiriquí gira en torno a Alanje, David, Puerto Armuelles, etc..

Ojalá alguien rescate más a fondo de lo que realizó la historiadora Milagros Pinzón, las tradiciones de nuestros pueblos chiricanos.  Recordemos que el folklore no es sólo pollera, fiestas, tamboritos, etc.

Hola y muchas gracias por comentar.  Gracias por compartir lo que conoce de las tradiciones del área.  Definitivamente que la historiadora Pinzón ha hecho un buen trabajo escribiendo de nuestra historia y es un legado importante.  Un abrazo.

hola a todos, soy un chico de 23 años oriundo de alanje, realmente pienso que es de suma importancia rescatar las costumbres y tradiciones de nuestros pueblos y más en  estos tiempos donde vemos amenazada nuestra cultura por la tecnología . Felicitó al autor del artículo e insentivo a otros a que también lo hagan.  

 

Gracias por comentar! Pienso que es realmente importante que nos preocupemos por conocer y aprender acerca de nuestras costumbres, tradiciones y la historia de nuestros pueblos.  Ese conocimiento nos ayuda mucho a entender quienes somos y cómo nos hemos convertido en lo que somos.  Por otro lado, tambien creo que la tecnología es un gran aliado para aprender y difundir la cultura de los pueblos, como por ejemplo, blogs o páginas web dedicadas a diferentes temas culturales, es cuestion de aprovecharlas correctamente.  Gracias por pasar por aqui y por mantener interes en nuestra región.  Saludos y hasta pronto!

SOy amante de la historia. Tener conocimiento de nuestras raíces, nos hace querer más a nuestros terruño; de donde somos, hacia donde vamos.


Yo soy alanjeño 100% y siento alegría cuando alguien resalta cosas propias de mi pueblo. Alanje es historia, tradiciones, costumbres que no debemos dejar a un lado.


Sin duda hay que resaltar a todas esas familias que de una u otra forma han contribuído con lo poco o lo mucho que tiene ALanje. Gente laboriosa, sencilla y humilde que llegaron a nuestra tierra con la esperanza de seguir adelante por medio del trabajo duro.