Panamá y el SIDA

Hablar de SIDA o enfermedades de transmisión sexual puede ser un tema que incomoda.

El SIDA en particular, es una enfermedad a la que le tememos cuando la sentimos cerca y en ocasiones, me parece que no queremos hablar de las formas como se transmite, ni de lo que podemos hacer para prevenirla.

Unas semanas atrás conversaba con una amiga acerca del SIDA en Panamá y de que todavía la gente no se cuida lo suficiente. De allí surgió la idea de dedicarle una nota a este tema.

Yo estaba interesada en estadísticas que pudiera mencionar y eso me llevó a la página web de la Organización Mundial de la Salud y a la página del Ministerio de Salud. Sin embargo, en esa búsqueda me tope con un documento titulado “Testimonios: Rostros Panameños del SIDA”, publicado en el 2003 por el Ministerio de Salud, PROVISIDA, la Organización Panamericana de la Salud y ONUSIDA. Ese fue un documento elaborado con el trabajo y la colaboración de Doctores y trabajadores del sector de la Salud, involucrados en la atención y el tratamiento de la enfermedad en Panamá.

Con ese documento aprendí que el primer caso de SIDA que se registró en Panamá fue en 1984 y que desde allí hasta el 2003, se habían registrado 5,483 casos. Tambien mencionan que los casos son probablemente mayores, ya que muchas personas no se realizan la prueba por temor a ser discriminadas y además muchas personas mueren en sus casas y no pasan a formar parte de las estadísticas nacionales.

Pero lo más notable son los testimonios de las personas que colaboraron con el libro. La historia es totalmente diferente cuando se le pone el rostro humano y sobre todo al leer sobre personas con diferentes niveles de educación, diferentes estilos de vida y de diferentes regiones en nuestro país, que están padeciendo la enfermedad o que tienen algún tipo de relación con personas infectadas.

Tambien me parece un gran aporte el hecho de leer historias de personas de nuestro país, ya que eso nos hace percatarnos de que esta es una enfermedad real y que está presente en Panamá.

Leer esos testimonios, me hace pensar en la complejidad del tema y el impacto que tiene en la vida de las personas.

En la medidad que nuestra sociedad supere los temores y prejuicios hacia las personas con esta enfermedad, vamos a poder apoyarles más y sobre todo vamos a aprender más acerca de los riesgos que se corren cuando no somos cuidadosos con nuestras elecciones.

El VIH se puede transmitir de varias maneras: relaciones sexuales, transfusiones de sangre y el uso de jeringuillas, agujas u otros instrumentos de perforación de la piel que están infectados.

En lo relativo al contagio por relaciones sexuales, me parece que Panamá es una sociedad en la que se nos estimula sexualmente por todas partes: la música que escuchamos, las telenovelas y otros programas de televisión, por mencionar los más comunes.

Y dónde dejar el acceso a internet que se tiene hoy en día a lo largo y ancho del país, lo cual es positivo por la difusión del conocimiento, pero es tambien una herramienta donde se tiene acceso rápido y sin muchas limitaciones a todo tipo de información. Si los padres y madres no hablan a sus hijos de sexualidad sin tabús, ellos ya tiene acceso fácil a la información y no necesariamente van a encontrar contenido de acuerdo a sus edades, situación cultural, creencias religiosas, educación o situación económica. Esta no es una tarea fácil para los padres, pero es el gran reto de nuestras familias hoy en día y tenemos que tomar esta tarea con amor y documentandonos, para poder tener resultados efectivos.  Esta tarea es más exitosa si al mismo tiempo es acompañada en un apoyo a los sueños y aspiraciones de los hijos, fortaleciendo el autoestima y el deseo de superación.

Menciono todo esto, pues no me parece que la difusión acerca de los riesgos y formas de prevenir enfermedades de transmisón sexual, vaya a la par de la información que promueve una vida sexual activa.

Estoy de acuerdo con el punto de vista de que debemos hablar abiertamente de este tema, superando los temores y prejuicios que se tienen hacia esta enfermedad y hacia los que la padecen.

Pienso que las personas infectadas no se atreven a hablar de su situación por temor al rechazo, a perder sus empleos o a tener a todo el mundo especulando acerca de cómo se adquirió. Si como sociedad maduraramos y nos esforzaramos en aceptar que hay un problema, que hay maneras de prevenirlo y de que no debemos juzgar a las personas en esta situación, quizás la labor sería menos frustrante para los medicos y trabajadores de la salud que ven el lado humano de este problema en el día a día de sus trabajos.

Tal y como ya mencione, este me parece un tema complejo del que se puede hablar por horas, pero quiero concluir con un par de ideas.

1. El SIDA es una enfermedad real que está presente en Panamá; el evitar hablar de ella no va a elimnar su existencia.

2. Como toda enfermedad, hay maneras de prevenirla. Es verdad que hoy en día hay tratamientos y la ciencia ha avanzado mucho en los últimos años, pero si hay formas de mantenerse sano, porque no hacerlo?

3. Tenemos que promover una sociedad sana, apoyando actividades y proyectos que estimulen a nuestra población joven en diferentes áreas. Nuestros jóvenes deben ser estimulados a tener un deseo de aprender, crecer y alcanzar metas que los hagan sentirse realizados.

4. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad por sus propios actos y debemos aprender a cuidarnos. Es verdad que hay que disfrutar la vida al máximo, pero eso debe ir paralelo a una calidad de vida que nos abra las puertas a la felicidad.

5. Es triste darse cuenta de que las estadísticas muestran un alto número de personas jóvenes, hombres y mujeres en años productivos de sus vidas, afectados por esta enfermedad. Por eso, si hay un sector de la población al que me gustaría llegar, es a los más jóvenes. Este mundo tiene mucho que ofrecer y sobre todo, este mundo te necesita. Cada uno de nosotros tiene algo que ofrecer para que nuestro mundo sea mejor. Joven descubre tus talentos y habilidades, muchas veces ni siquiera sabemos cuáles son, pero el proceso de descubrirlas es una de las aventuras más maravillosas que la vida te puede ofrecer.

El documento "Testimonios: Rostros Panameños del SIDA está disponible en la página web del Ministerio de Salud (http://www.minsa.gob.pa/).


Comments

Honestamente, con hondo pesar me doy cuenta del enorme problema que como país afrontamos con esta epidemia, y lo peor que no queremos darle a nuestros jóvenes la mejor forma de protegerse: información. Recuerdas porqué fracasó la ley sobre salud sexual y reproductiva? Fueron grupos fundamentalistas que decian que esa ley era patente de corso para que los jóvenes tuvieran relaciones sexuales, como si ya no las estuvieran teniendo. Debemos retomar ese asunto porque la otra opción es seguir perdiendo la flor y nata del pais por gente que sus prejuicios no los dejan ver claro.

Hola Cesar y muchas gracias por dejar tu comentario.  Definitivamente este es un tema que requiere de atencion en nuestro pais y la mejor forma de enfrentarlo es a traves de informacion y educacion.