Las Escuelas Públicas en Panamá

Todavía recuerdo con mucha emoción mi primer día de escuela.  Fue una soleada mañana de marzo en 1979; mi mamá caminó conmigo hasta la Escuela Justo Abel Castillo y me dejó en manos de la maestra del Kindergarden.

Cuando nos acercabamos a la escuela y poco a poco se definía aquel edificio rojo y blanco, tambien se escuchaban las voces de niños y maestros colándose a traves de las ventanas.

Ante mis ojos, en aquel momento, la escuela parecía un castillo; y aquel bullicio me parecía el sonido más dulce y excitante que había escuchado hasta ese momento.

Y aunque tengo muchas buenas memorias de mi estadía en la escuela primaria, la Escuela Justo Abel era lejos de lo que se puede considerar un palacio.  Despues de un tiempo de ser un estudiante, uno conoce todas las esquinas y las debilidades de la infraestructura.

Había un área donde no nos podíamos acercar; quedaba en la planta alta y nos advertían que era un área que necesitaba reparaciones y que debiamos estar alejados.  

Además, en el área vieja de la escuela (donde me tocó dar clases la mayor parte del tiempo), los baños estaban casi siempre inundados.  Es increíble, pero uno llega a acostumbrarse a esas situaciones y simplemente se toma como algo normal.

La razón por la que les hablo de esto es por dos artículos que leí recientemente, los que me parecieron relacionados y a la vez me hicieron pensar en mi propia experiencia como usuario de las escuelas panameñas (13 años de experiencia, sin contar la universidad).

El primer artículo es una noticia publicada en La Prensa el 8 de Julio de 2010:  "Roban Computadoras y Cables de Internet", por Sandra Alicia Rivera (vínculo al artículo aquí).

En esta noticia se mencionan los siguientes datos:  las perdidas por robo de computadoras en diferentes centros educativos en la provincia de Chiriquí ascienden aproximadamente a $60, 800; a la fecha de la noticia, el último robo fue en la Escuela Secundaria de Volcán, donde se robaron 8 computadoras y según datos del director regional del Meduca, en lo que va del año se han robado un total de 152 computadoras.

Esta noticia es triste, sobre todo para un país como el nuestro, donde la pobreza es todavía un reto y donde todos reclamamos un un mejor Panamá.  Cuando yo estaba en secundaria, cómputo era opcional y una vez a la semana.  Pero cuando fuí a mi primera entrevista de trabajo, saber usar la computadora no era opcional y ni hablar de los programas en los que debía tener conocimiento.

El otro artículo que me pareció relacionado lo encontre en "El Chiricano", revista en línea.  Es un artículo de opinión escrito por un educador:  "Escuelas, Propiedad del Estado o de la Comunidad?, por Luis J. Santamaría (vínculo al artículo aquí).

Me parece que esta es una pregunta importante para nosotros.  Y aunque este punto de vista tiene que ver mucho con la parte administrativa, pienso que conceptualmente tiene mucho valor para nuestras comunidades.

Estoy a favor de que hayan reglas y controles para evitar abusos, pero es necesario que como comunidad nos involucremos más con nuestras escuelas; que les demos la importancia que se merecen.  Quizás debemos contar con grupos que se organicen para mejorar la infraestructura de nuestras escuelas, incrementar la seguridad y promover actividades que complementen la educación que nuestros niños y jóvenes reciben.

Como comunidad no podemos tolerar abusos a uno de los activos más importantes que tenemos.  A cuántos de nosotros nos parece que fue ayer que caminamos por los predios de nuestra escuela? o que fuimos miembros de la banda de música? o que aprendimos a leer y escribir?

Parece que fue ayer que hicimos todas esas cosas y ya hoy en día somos adultos; algunos de nosotros quizás en cargos públicos y privados, otros somos los padres o madres cuyos hijos se educan en estas escuelas y probablemente todos nosotros queremos un futuro lleno de exito y progreso para Panamá.

Esos niños y jovenes que se educan en estas escuelas hoy, serán los que en 15, 20 o 30 años decidirán las políticas de nuestro país, serán parte de la comunidad que elige nuestros gobernantes, seran los maestrosjefes o empleados de nuestros hijos, algunos serán líderes y otros seguidores.  Lo que les demos o les neguemos  en su educación hoy, es lo que vamos a recibir a cambio en un futuro más cercano de lo que nos parece.